miércoles, 27 de junio de 2012

Infancia amazónica, epidemias y colonización

“Infancia amazónica, epidemias y colonización”
1.       Objetivos de Aprendizaje:
Conocer las prácticas de los pueblos amazónicos para el control reproductivo, el control demográfico y la crianza de niños y niñas.
2.       Preguntas Motivadoras para el diálogo:
a)      En la actualidad y bajo nuestra experiencia, ¿El control reproductivo es una decisión de la madre, del padre o de ambos?
b)       ¿Qué métodos de control reproductivo son frecuentemente usados en las comunidades con las que trabajamos?
c)       El castigo corporal es una forma de educar y corregir a los niños y niñas, la lectura comparte que para los pueblos amazónicos evitar el llanto y las rabietas a través de las muestras de afecto es una forma de educar y corregir. ¿En nuestro contexto, qué formas de castigo encontramos para educar y corregir?

3.       Resumen:
Este ensayo examina algunas nociones indígenas sobre la infancia proveniente de pueblos amazónicos. A través de diversas observaciones y narraciones la autora, da detalle de las prácticas de pueblos amazónicos de Perú, Colombia y Brasil en torno a la planificación familiar, el control demográfico, la madre soltería, la crianza de los hijos e incluso la relación de los niños con la brujería. La forma en que todo lo anterior se relaciona con la salud, la escuela y la religión puede darnos una idea de su actual interacción con los otros (los extranjeros o gente de las urbes).
A lo largo de las diferentes experiencias de los pueblos amazónicos se entreteje la presencia de los colonos, quienes juegan un papel importante en la adaptación, mestizaje e incluso supervivencia de los pueblos, pues es a partir de su llegada que muchas tradiciones, rituales y en general el entendimiento del mundo evoluciona o es modificado por los pueblos originarios.

4.       Ideas claves centrales

I.                    PRACTICAS DE CONTROL DEL RITMO DE LA REPRODUCCIÓN
Los estudios de Henri, 1961 revelan que los pueblos amazónicos tenían y aún conservan complejas prácticas culturales para regular la natalidad y que estas eran caracterizadas por una decisión personal y colectiva para el control de la fertilidad. Entre ellas encontramos técnicas abortivas, infanticidas y anticonceptivas con el uso de plantas y ritos chamánicos, incluso la abstinencia; todas ellas enmarcadas dentro de la cultura, la religión, la subsistencia del grupo e incluso el manejo de los recursos naturales dentro del territorio.
La planificación familiar era un arte  muy desarrollado en los pueblos amazónicos, inspirados principalmente por  el ritmo de la reproducción más que la idea de un número de hijos. Algunos ejemplos de estas prácticas se citan a continuación:
Upichía de Colombia: La regulación del ritmo se orientaba a concebir un mayor número de mujeres, con la finalidad de que en futuro su alianza matrimonial representara favores para la familia, por lo que su planificación tenía la facultad de seleccionar el sexo del bebé.
Kayapó de Brasil: El autor Fisher, 2002 documentó que la cultura elimina el flujo menstrual para manipular la fertilidad.
En todas las prácticas se conoce que un aspecto importante era asegurar que el recién nacido recibiera los cuidados necesarios para sus supervivencia, así como permitir que sus padres cumplieran las obligaciones rituales y de subsistencia. El respeto a la covada es una tradición arraigada en los pueblos, esto implica el respeto del padre de las restricciones alimenticias y del comportamiento durante la gestación, el parto, el postparto y por extensión durante la menstruación.
II.                  EPIDEMIAS Y DECISIÓN DELIBERADA DE CONTROL DEMOGRÁFICA
Entre los pueblos amazónicos durante los brotes epidémicos y los conflictos del contacto era común que los pueblos desaceleraran el ritmo de la reproducción y en algunos casos llegar al infanticidio de los huérfanos, el aborto o la selección de los fetos femeninos.
Un ejemplo bien documentado es el asentamiento del pueblo asuriní, próximos a un asentamiento urbano donde estuvieron expuestos a enfermedades de los colonos  lo que disminuyó drásticamente la población, sin embargo al ver extinguir su pueblo se adoptaron otras medidas consensuadas con el grupo de 58 habitantes entre las que se incluyo reducir la edad para las primerizas y quitar la tradición de compartir la paternidad entre un hombre viejo y uno joven; esta práctica respondía principalmente a que las jóvenes dedicaran tiempo a las actividades rituales fundamentales de su cosmología y desarrollo personal.
Otro ejemplo significativo es el control natal del pueblo shipido, un pueblo pano de la Amazonía peruana, la hipótesis de la baja natalidad refiere a que los matrimonios poligamicos daban espacio importante sin actividad sexual entre una pareja y otra, lo que reducía considerablemente el número de hijos. El contacto con las urbes modifico considerablemente su práctica y el número de población, pues se ha instaurado el matrimonio monogamico.  Sin embargo, con la colonización el número de madres solteras en estos pueblos aumento, debido al contacto con los colonos, quienes regularmente abandonaban al niño y madre indígena. Esta situación ha sido una crisis para este y otros pueblos quienes han optado por la urbanización.
III.                COLONOS, MADRE-SOLTERIA Y ESCUELA
La ausencia de padres en las familias amazónicas responde comúnmente a la reputación que se tiene sobre el trato que dan los colonos a los niños y mujeres indígenas. No es sorprendente escuchar el relato sobre la imagen del bufeo (el espíritu de colonizadores que vienen del subsuelo acuático), la historia explica que el hombre colono seduce a las mujeres y a través de engaños las convence para concebir seres híbridos (humana indígena y espíritu de colono) con padres desconocidos.
El crecimiento de la madre-soltería esta asociado a los modelos adoptados a partir de la colonización como la asistencia regular a la escuela para recibir instrucción, ahora es considerada como un factor de desintegración social y erosión de las instituciones culturales que aseguraban la crianza y la autoridad de los padres. 
La escuela es la columna vertebral que da noción de comunidad y ciudadanía, les enseña a defenderse, a aprender castellano y la historia del país. Es camino que lleva a encontrar un trabajo en el mundo urbano y dejar las actividades del campo, la que asegura el bienestar que sus padres no tuvieron.
Aunque la promoción para la asistencia es general para niños y niñas, existe una marcada diferencia en las labores que las niñas desempeñan después del horario escolar y esto se observa en la tasa de abandono en los estudios primarios, las causas de abandono en los estudios profesionales refieren el embarazo a temprana edad, el trabajo doméstico remunerado e incluso la adhesión a trabajos de alto riesgo como el empleo en bares y la prostitución. Lo anterior refuerza la idea de los grupos indígenas de que la escuela lleva a los estudiantes a alejarse de los procesos de crianza tradicionales y conducirlos a formas contemporáneas de exclavitud. Ideas similares permean por toda la amazonía, la educación no fomenta la cultura de los pueblos. “La cultura se aprende viendo, viviendo y practicando” (ARHEM et ál.,2004, p.434).
La escuela obliga a distanciarse del estilo de vida amazónico y cuestionar la autoridad de los padres, gradualmente de esta manera se tienen relaciones de género inadecuadas que traen consecuencias como suicidios, violencia, conflicto entre parejas, alcoholismo y abandono de hijos.
IV.                BRUJERÍA Y CRIANZA DE LOS NIÑOS
Los pueblos amazónicos concebían a la infancia como el período de crianza en el que se define la persona corporal, social y espiritualmente, dentro de este lapso de tiempo se cree que alguno niños pueden transformarse en personas ajenas a la familia con la firme intención de hacerles daño a padres o hermanos. Entre los asháninka, por ejemplo, existe la idea de que algunos niños de 3 años y hasta adolescentes son brujos adultos disfrazados en cuerpos de niños.
Se cree que la iniciación a la brujería se tiene a partir de que el niño sueña con un brujo que le entrega un hueso, una espina o una astilla y luego le golpea la mano, haciendo que el objeto caiga y se entierre en el suelo, esta acción causa una enfermedad en una persona cercana. A partir de este sueño los niños pensaran premeditadamente en los males que harán a sus víctimas, la rabia los motiva a dañar con ayuda de animales como las hormigas. El resultado de acusar a niños o niñas como brujos es el maltrato físico y la burla.
Para estos pueblos la rabia se entiende como una fuerza interna destructiva es en otras palabras “el deseo de matar”. Esta fuerza puede ser canalizada en actividades productivas que requieran de energía, sin embargo si esta fuerza se desvía puede volcarse contra los propios parientes o contra sí mismos, incluyendo la adhesión a prácticas de brujería para causar enfermedades o la muerte.
Un dato importante que destaca en las acusaciones de brujería en los siglos pasados sugiere que esta práctica no existía a principios de la colonia, las acusaciones coinciden directamente con los tiempos de alta presión y presencia de colonos, períodos de violencia, cambios económicos, epidemias y decaimiento demográfico, justo después del siglo XIX.
Otra de las razones que considera el pueblo airpo-pai para respetar un espacio intergenésico de por lo menos tres años entre cada parto es principalmente para otorgar el cuidado que requiere y evitar largos períodos de llanto lo que desarrolla en ellos la rabia y la violencia. Según los airo-pai el llanto es una peligrosa expresión que debe ser evitada por los padres para impedir que el niño o niña tenga un temple de rabia que lleve a los padres a ejercer violencia sobre él. De esta manera los cuidados hacia él y cubrir las necesidades oportunamente desarrollará durante el proceso de imitación el cuidado y buen trato hacia los demás, así como la tranquilidad y autodisciplina.

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